
La Química ha aportado tanto conocimientos como materiales al mundo de los biomateriales, con los que fabricar implantes y sustitutos óseos. Los biomateriales se utilizan en la fabricación de implantes y dispositivos que interactúan con los sistemas biológicos y se aplican en diversas especialidades de la medicina y la farmacología para reparar o regenerar el cuerpo humano. Se enmarcan dentro de la ingeniería biomédica y aglutinan conocimientos del mundo de las ciencias, la ingeniería, la biología y la medicina, por tanto están situados en un campo multidisciplinar y de ciencia transversal.
La primera biocerámica la encontramos en nuestros propios huesos, y naturalmente es un material biológico, crecido dentro de una matriz orgánica fundamentalmente formada por colágeno. Es una apatita biológica de tamaño nanométrico, deficiente en calcio y carbonatada. La estructura ósea tiene una porosidad jerarquizada que va desde la micra hasta cientos de ellas. Por tanto tenemos varios elementos a tener en cuenta, con dimensiones muy diferentes: huesos con porosidad micrométrica, apatitas biológicas de dimensiones nanométricas, células con dimensiones de tamaño micrométrico y proteínas, péptidos y factores de crecimiento óseo, de tamaño nanométrico. Es útil entender qué factores rigen la formación de un nuevo hueso para introducirnos en el campo aplicado de los biomaterales cerámicos. Y aquí se pone de manifiesto el primer encuentro entre biología, materiales y medicina. Naturalmente los biomateriales pueden ser tanto de origen natural como artificial, y dentro de estos últimos se puede pensar en cualquier combinación entre metales, cerámicas y polímeros.
María Vallet Regí (Facultad de Farmacia, UCM)