
El primer gran químico, aunque no lo supiera, fue el homo erectus hace más de 500.000 años, que era capaz de producir y mantener el fuego, una de las tecnologías más importantes de la actualidad. El fuego aumentó considerablemente la calidad de vida de los humanos y disminuyó la mortalidad, ya que daba calor, les protegía contra los animales salvajes y les permitía cocinar los alimentos. Además, el descubrimiento del fuego fue imprescindible para el desarrollo posterior de la metalurgia y de la cerámica, así como la mayoría de los procesos químicos.
El fuego no es más que un proceso de combustión caracterizada por la emisión de luz, calor y en muchos casos llamas donde se produce la oxidación de un material combustible.La combustión es una reacción química de carbono e hidrocarburos. El fuego se usó para realizar mejoras en la calidad de vida del ser humano: cocción de alimentos, calefacción, fabricación de instrumentos útiles o decorativos. Con el fuego se consiguió aislar metales (cobre, hierro, estaño) a partir de sus minerales, dando lugar a desarrollo de la metalurgia (preparación de aleaciones); así como a la producción de cerámicas y metales). Todos estos procesos tienen fundamentos químicos.